¿Con qué frecuencia abrazas a tus hijos?
Todos llevamos una vida ajetreada y estresante y tenemos un sinfín de preocupaciones como padres, pero está claro que una de las cosas más importantes que debemos hacer es pararnos y dar a nuestros hijos un fuerte apretón de cariño. Las investigaciones de la última década destacan la relación entre el afecto en la infancia y la salud y la felicidad en el futuro.
According to Child Trends – the leading nonprofit research organization in the United States focused on improving the lives and prospects of children, youth, and their families – science supports the idea that warmth and affection expressed by parents to their children results in life-long positive outcomes for those children.
Higher self-esteem improved academic performance, better parent-child communication, and fewer psychological and behavior problems have been linked to this type of affection. On the other hand, children who do not have affectionate parents tend to have lower self-esteem and to feel more alienated, hostile, aggressive, and anti-social.
Varios estudios recientes destacan la relación entre el afecto de los padres y la felicidad y el éxito de los hijos.
En 2010, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke descubrieron que los bebés con madres muy cariñosas y atentas crecen para ser adultos más felices, más resistentes y menos ansiosos. En el estudio participaron unas 500 personas a las que se hizo un seguimiento desde que eran bebés hasta que cumplieron los 30 años. Cuando los bebés tenían ocho meses, los psicólogos observaron las interacciones de sus madres con ellos mientras realizaban varias pruebas de desarrollo.
Los psicólogos calificaron el nivel de afecto y atención de la madre en una escala de cinco puntos que iba de "negativo" a "extravagante". Casi el 10 por ciento de las madres mostraron niveles bajos de afecto, el 85 por ciento demostraron una cantidad normal de afecto y alrededor del seis por ciento mostraron niveles altos de afecto.
30 años después, se entrevistó a esas mismas personas sobre su salud emocional. Los adultos cuyas madres mostraban un afecto "extravagante" o "acariciador" eran mucho menos propensos que los demás a sentirse estresados y ansiosos. También eran menos propensos a manifestar hostilidad, interacciones sociales angustiosas y síntomas psicosomáticos.
Los investigadores que participaron en este estudio llegaron a la conclusión de que la hormona oxitocina puede ser la responsable de este efecto. La oxitocina es una sustancia química del cerebro que se libera cuando una persona siente amor y conexión. Se ha demostrado que ayuda a los padres a establecer vínculos con sus hijos, añadiendo una sensación de confianza y apoyo entre ellos. Lo más probable es que este vínculo ayude a nuestro cerebro a producir y utilizar oxitocina, haciendo que el niño sienta más emociones positivas.
A continuación, un estudio de la UCLA descubrió que el amor incondicional y el afecto de un padre pueden hacer que los niños sean emocionalmente más felices y menos ansiosos. Esto se debe a que su cerebro cambia como resultado del afecto. Por otro lado, el impacto negativo del maltrato infantil y la falta de afecto afecta a los niños tanto mental como físicamente. Esto puede provocarles todo tipo de problemas emocionales y de salud a lo largo de su vida. Lo realmente fascinante es que los científicos creen que el afecto de los padres puede proteger a las personas contra los efectos nocivos del estrés infantil.
Then in 2015, a study out of the University of Notre Dame showed that children who receive affection from their parents were happier as adults. More than 600 adults were surveyed about how they were raised, including how much physical affection they had. The adults who reported receiving more affection in childhood displayed less depression and anxiety and were more compassionate overall. Those who reported less affection struggled with mental health, tended to be more upset in social situations, and were less able to relate to other people’s perspectives.
Los investigadores también han estudiado los beneficios del contacto piel con piel para los bebés. Esta interacción especial entre la madre y el bebé ayuda a calmarlos para que lloren menos y duerman más. También se ha demostrado que estimula el desarrollo cerebral. Según un artículo de Scientific Americanlos niños que vivían en un entorno desfavorecido, como un orfanato, tenían niveles más altos de cortisol, la hormona del estrés, que los que vivían con sus padres. Los científicos creen que la falta de contacto físico en los orfanatos es un factor importante en estos cambios físicos.
Por último, numerosos estudios sobre los efectos del masaje muestran los beneficios positivos que ofrece para reducir la ansiedad en los niños. El masaje es también una buena forma de que los padres conecten con sus hijos, tanto física como emocionalmente. Desde la infancia, los padres pueden empezar a dar masajes a sus hijos, lo que puede crear un fuerte vínculo. Los estudios han demostrado que los niños y adultos que reciben masajes experimentan menos ansiedad durante el estrés académico, las estancias en el hospital y otros acontecimientos estresantes.
Entonces, ¿cómo puedes aportar más abrazos al día a día de tu familia?
Desde el momento en que traigas a tu bebé del hospital a casa, no dejes de cogerlo en brazos, tocarlo y mecerlo. Dedica muchos momentos preciosos a acariciar a tu bebé para que su piel pueda tocar la tuya.
A medida que crezcan, juega con ellos realizando actividades divertidas como bailar juntos o crear juegos tontos como fingir que son un monstruo que se abraza o se besa.
Establece un recordatorio para que los abrazos formen parte de tu rutina diaria. En la reciente película de los Trolls, éstos llevaban relojes con alarma que sonaban cada hora para la hora del abrazo. Si eso es lo que necesitas, ponte una alarma. O asegúrate de abrazar a tus hijos en determinados momentos del día, como antes de que se vayan al colegio, al llegar a casa y antes de acostarse.
Otra idea interesante es utilizar el afecto al disciplinar a tu hijo. Cuando les hable de lo que han hecho mal, póngales la mano en el hombro y déles un abrazo al final de la conversación para asegurarles que, aunque no esté contento con su comportamiento, les sigue queriendo. Si tu hijo pega a su hermano o hermana, abrázale y explícale que abrazar es mejor que pegar.
Finally, be careful not to go overboard and smother your kids. Respect their individual comfort level and be aware that this will change as they go through different stages.
ParentCo.
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