Tener un hijo y sacarlo al mundo puede parecer a veces una invitación a que los demás comenten tus decisiones como padre. En la crianza, como en cualquier otra tarea, es importante estar abierto a nuevas ideas, escuchar y reflexionar. Al mismo tiempo, todos sabemos que muchos de los consejos que se ofrecen no proceden de una reflexión profunda, sino de reacciones instintivas que representan la forma en que los padres de otros hicieron las cosas (y, por supuesto, sus hijos "salieron bien"). Para los que buscamos algo más que un "bien" para nuestros hijos, he aquí ocho formas de desviar los consejos no deseados.
Si eres un padre o una madre que da el pecho a su bebé, que duerme con él, que lo lleva en brazos o que vive en paz, lo más probable es que en algún momento te pregunten: " ¿Sigues dándole el pecho?" o " ¿Sigues utilizando un portabebés para ese niño?". La confianza es muy importante en estas confrontaciones. Responde con una sonrisa y un entusiasta "¡Sí!", como si alguien te acabara de preguntar si los helados siguen siendo populares en verano.
Esto funciona especialmente bien con los parientes mayores, sobre todo los que ya han criado a varios hijos. Es casi imposible criar a los hijos hasta la edad adulta sin aprender algunas cosas por el camino, y muchos padres veteranos están muy dispuestos a compartir sus conocimientos con los recién llegados al club de la paternidad. Deja que compartan sus conocimientos. Después, haz lo que creas que es mejor para tus hijos.
Este es uno de mis favoritos. La mayoría de los consejos no solicitados que he recibido se alejaban tanto de lo que es mejor para mis hijos que merecían cero consideración, y eso es exactamente lo que yo les daba.
Si alguien te insiste en que acostumbres a tu bebé a la cuna o en que utilices el tiempo fuera para controlar las rabietas de los niños pequeños, puedes recurrir a esta frase. Reconoce que sí, que una forma de afrontar la situación es la que esa persona sugiere. No significa que sea la forma correcta, ni la tuya.
Puedes alternar esto con: "Estamos contentos con cómo estamos haciendo las cosas". Si suenas como un disco rayado durante el tiempo suficiente, la gente dejará de discutir contigo.
Esto funciona bien para las preguntas molestas que empiezan con: "¿No deberías...?". ¿No deberías destetar ya? ¿No deberías escolarizar a tu hijo en vez de educarlo en casa? ¿No deberías volver a trabajar? ¿No deberías reducir tus horas de trabajo para pasar más tiempo con tus hijos?
No hay respuestas correctas a estas preguntas. Cada padre tiene que hacer lo que es correcto para sí mismo y para su familia. En lugar de enumerar todas las razones por las que has elegido tu camino actual (lo que hace que parezca que tus decisiones están abiertas a discusión), cierra la conversación con un "Puede que sí".
Esta es una buena continuación de la número 6. Cambia de tema preguntando por la temporada de fútbol de sus hijos, cómo está la tía Martha o si han visto la última temporada de House of Cards.
Si todo lo demás falla, pon fin a la conversación. Cuelga el teléfono, recoge tus cosas y vete, o muéstrale la puerta al intruso.
ParentCo.
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