Paternidad

5 maneras de facilitar el aprendizaje para toda la familia

niño en el orinal

Según la Clínica Mayo, la mayoría de los niños muestran signos de estar preparados para aprender a ir al baño entre los 18 y los 24 meses. Aunque cada niño es diferente, sabrás que el tuyo está listo para empezar el entrenamiento cuando sus pañales permanezcan secos durante más tiempo, muestren interés por sentarse en el orinal o reconozcan qué se siente al tener que ir al baño. 

Pero, aunque tu pequeño esté listo para empezar a ir al baño, a veces puede ser un proceso largo y algo frustrante para los padres. Por suerte, estas estrategias pueden facilitarte las cosas a ti y a tu hijo.

Incluso si trabajas y no tienes mucho tiempo en casa, puedes conseguir que tu hijo aprenda a ir al baño y disfrute de su independencia. Veamos algunas estrategias probadas que funcionan.

1. Establecer una rutina

A los bebés y los niños les encantan las rutinas. Es probable que ya tengas una rutina establecida para cosas como el sueño y las siestas, la hora de comer y otras cosas. Tener una rutina sólida facilitará que tu hijo empiece a aprender a ir al baño, pero incluso si no la tienes, puedes desarrollar una.

Al empezar el entrenamiento, comprométete a ir al baño con tu hijo cada 30-60 minutos durante los primeros días. Con el tiempo, puedes hacer que vaya al baño justo antes de acostarse, al levantarse, después de comer y después de jugar. Al incluir momentos designados para ir al baño en su día, entenderá la importancia de ir con frecuencia para no tener un accidente. Con el tiempo, será capaz de adaptar este horario a sus necesidades.

2. Aprendizaje dirigido por el niño

Hablando de dejar que adapte sus horarios, puedes plantearte la posibilidad de que sea el propio niño quien orine si tu pequeño ya da muestras de independencia.

Al principio, este método puede resultar un poco más frustrante. Como padre, tendrás que estar preparado para lavar más ropa y, potencialmente, para más accidentes y líos. También tendrás que estar dispuesto a pasar más tiempo en el baño cada vez que tu hijo crea que tiene que ir al baño. Sin embargo, hay muchas pruebas que avalan este método y que sugieren que los niños aprenden más rápido de esta forma y que, con el tiempo, hay menos accidentes. Por tanto, considera la posibilidad de esperar y asegurarte de que tu hijo está preparado, en lugar de intentar presionarle.

3. Ofrecer recompensas

Para los más pequeños, acostumbrados a llevar pañales e ir donde y cuando quieren, tener que dejar de hacer lo que están haciendo para ir al orinal puede parecerles una tarea pesada. Puedes hacerlo más atractivo ofreciéndoles una recompensa por su esfuerzo.

Puedes simplificar las cosas ofreciéndole un juguete que le encante cada vez que vaya al baño, o ir un paso más allá con una "tabla de éxitos" que le recompense con un juguete nuevo, un caramelo o una experiencia divertida por algo como pasar cinco noches seguidas sin ir al baño. Los niños suelen sentirse especialmente motivados por las recompensas, así que ten en cuenta la personalidad de tu hijo y qué es lo que más le puede entusiasmar para empezar a usar el orinal.


4. Utilice su sistema de apoyo

Si trabajas y no tienes mucho tiempo para estar en casa, no dudes en buscar ayuda para enseñar a tu hijo a ir al baño. Si tienes hijos mayores en casa, utilízalos como recurso cuando tú no estés. Puede darles un sentido de la responsabilidad y puedes añadirlo a su lista de tareas habituales . Aunque es posible que no quieras que tu hijo adolescente participe directamente en el proceso de aprendizaje para ir al baño, puede hacerte la vida más fácil limpiando y desordenando el resto de la casa, ayudando con la colada e incluso vigilando el reloj para avisarte de cuándo tiene que ir tu pequeño.

Contar con ayuda para el aprendizaje para ir al baño te permitirá pasar más tiempo a solas con tu hijo para centrarte en conseguir que vaya al baño, así que no creas que tienes que afrontar todo el proceso tú solo.

5. Cuídate

Es fácil desanimarse durante el aprendizaje para ir al baño. Puede que sientas que tu hijo no lo está consiguiendo tan rápido como debería, o que casi lo ha conseguido pero sigue teniendo accidentes. Además, tendrás que lavar más ropa y ensuciar más.

Pero si afrontas el aprendizaje para ir al baño con estrés o ansiedad, la experiencia será negativa para todos. Asegúrate de cuidarte y de dar prioridad al equilibrio durante todo el proceso, sobre todo si trabajas y no puedes pasar cada segundo en casa. El autocuidado es diferente para cada persona, pero algunas de las mejores estrategias que puedes poner en práctica son las siguientes:

  • Hacer pausas a lo largo del día;
  • Centrarse en su bienestar;
  • Hacer ejercicio;
  • Establecer límites.

Como dice el refrán, no se puede servir de una taza vacía. Cuidarse no es egoísta, sobre todo si tienes hijos pequeños. Si das prioridad a tu bienestar, estarás preparada para superar la experiencia del aprendizaje para ir al baño con tu hijo y tendrás una actitud positiva mientras lo haces. Esto no sólo hará que sea una experiencia más agradable, sino que tu actitud y dedicación pueden ayudar a tu hijo a alcanzar sus objetivos más rápidamente.

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