Para muchos niños, no hay nada más emocionante que empezar un nuevo curso escolar. Sin embargo, esa ilusión no siempre significa que estén preparados para afrontar la vuelta al cole sin un poco de ayuda. Es habitual que los niños, sobre todo los más pequeños, necesiten un poco de ayuda de mamá y papá para facilitarles la vuelta al cole y que tengan las mayores probabilidades de éxito desde el primer día. Para ayudarte, tenemos muchos trucos sencillos que ayudarán a tu hijo a volver al colegio con el menor alboroto y dramatismo posibles.
Para algunos niños puede ser un reto levantarse temprano y prepararse todos los días a una hora determinada, pero usted puede hacerlo más fácil si les facilita la tarea. A medida que se acerque la fecha, hable con sus hijos de la vuelta al cole y de lo emocionante que será aprender nuevas asignaturas, ver a viejos amigos y hacer otros nuevos. Avísales también de que les prepararás iniciando nuevas rutinas.
Los días previos al colegio, empieza a prepararles la ropa cada noche y a cargarles la mochila para que se vayan a dormir con la idea de que se van a levantar para ir al colegio.
Puedes facilitar estas rutinas preescolares y escolares colocando un horario visual en su habitación. Este horario ilustrativo indicará a los niños qué hay que hacer y cuándo. Incluirá imágenes de lo que se espera de cada tarea, ya sea sentarse a la mesa para desayunar o estar fuera esperando el autobús. Cuando tus hijos puedan visualizar lo que van a hacer, les resultará mucho más fácil entrar en la rutina.
También es importante que tengas en cuenta el autocuidado de tu hijo en su rutina de vuelta al cole. Acostúmbrale a levantarse a una hora determinada cada mañana para que pueda lavarse los dientes, ducharse y tomar los medicamentos necesarios antes de salir corriendo de casa.
Parte de esa rutina también incluye el cuidado de la piel. Entre otras cosas, deben lavarse la cara con un limpiador suave y utilizar protección solar. Por un lado, esta rutina ayuda a proteger a los niños de los rayos UV que pueden dañar su piel e incluso provocar cáncer de piel.
Una buena rutina de cuidado de la piel también enseñará a tus hijos a prestar atención y a mantenerse anclados. Cada mañana pueden sumergirse en la práctica meditativa de echarse agua en la cara y examinar sus brillantes sonrisas de cada día. También pueden aprovechar este momento para decir afirmaciones positivas, lo que puede mejorar su autoestima con el tiempo.
Dormir bien es un componente esencial del autocuidado, y es fundamental para los niños que necesitan despertarse y prestar atención en el colegio durante todo el día. La clave para dormir bien es acostar y despertar a los niños a la misma hora todos los días para que puedan regular su ritmo circadiano. Con un ritmo circadiano más regulado, se despertarán descansados y frescos. Un horario de sueño saludable también contribuirá a su desarrollo físico y cognitivo.
Si tus hijos tienen problemas para conciliar el sueño, limita el tiempo que pasan frente a la pantalla antes de acostarse. También puedes darles ejercicios para dormir, como contar sus respiraciones o describirles imágenes guiadas de un paseo por la naturaleza que hicisteis una vez, y los detalles podrían atraerles al sueño.
Para ayudarles a ponerse manos a la obra, habla con tus hijos sobre los deberes y establece expectativas sobre cuándo deben terminarlos cada día. Una vez que empiece el curso escolar, mira sus deberes e intenta ayudarles sin darles las respuestas, y cuando se sientan frustrados, dales un respiro o prueba con otra asignatura.
Puedes conseguir que a tus hijos les guste más estudiar y hacer los deberes proporcionándoles o construyéndoles su propio rincón de estudio personal. Crea un espacio en su habitación, en la cocina o en un estudio de tu casa y deja que los niños lo decoren con dibujos y colores que les gusten. Asegúrate de que la zona esté despejada y libre de distracciones.
Si tus hijos no han visto a muchos de sus compañeros de clase durante el verano, busca una forma de que vuelvan a conectar antes del curso escolar para que se acostumbren a ver esas caras conocidas. Para ello, inscríbelos en un campamento de verano u organiza quedadas para jugar en las semanas previas al curso escolar.
Otra forma de ayudar a los niños a reencontrarse de camino al colegio es crear un grupo para compartir coche con otros padres y turnarse para llevar a los niños a clase. Compartir coche ofrece muchas ventajas: reducir el número de vehículos en circulación y disminuir la contaminación es estupendo para el planeta. También ayuda a ahorrar dinero, ya que todos tienen que comprar menos gasolina y el coche se desgasta menos. Por supuesto, también es una oportunidad para que los niños hablen de clase y de sus vidas y rompan el hielo antes de que suene el timbre del colegio.
Utilizar estos consejos y facilitar a tus hijos la rutina de la vuelta al cole les ayudará a sentirse más cómodos y abiertos cuando llegue el momento de aprender en clase.
Hannah Howard
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