Un niño medio hace unas 300 preguntas al día.
"Mami, ¿qué estás comiendo?"
"¿Por qué tengo una sombra?"
"¿Cuándo saldrá el sol?"
"¿Cómo llegaremos allí?"
"¿Adónde va ese avión?"
El bombardeo constante de preguntas y parloteo puede resultar agotador y exasperante para los padres, pero cuando nos ponemos en el lugar de nuestros hijos, nos damos cuenta de que están tratando de dar sentido a lo que puede ser un mundo muy confuso.
Los estudios demuestran que, cuando los niños se encuentran con incoherencias o lagunas de conocimiento, hacer preguntas les proporciona la información que necesitan en el momento oportuno para procesarla. Porexasperantes que puedan resultar 105.120 preguntas al año, desempeñan un papel crucial en el fomento de la curiosidad y el desarrollo cognitivo.
La investigación también ha demostrado que una respuesta explicativa a la pregunta de un niño es tan importante en el desarrollo cognitivo como la propia indagación. La investigadora Brandy Frazier, de la Universidad de Michigan, dirigió un estudio en el que se plantearon a 42 niños en edad preescolar situaciones que invitaban a la reflexión. El 30 por ciento de esos niños asintieron o estuvieron de acuerdo cuando se les respondió con una explicación razonable, frente al 13 por ciento cuando se les contestó con una respuesta vaga o no explicativa. Los que no recibían una explicación adecuada solían volver a formular su pregunta original.
Por muy tentador que resulte desalentar las preguntas incesantes, todos nos beneficiaremos cuando fomentemos la curiosidad.
¿Qué hacemos cuando simplemente no podemos responder a una pregunta más sobre las ubres de leche con chocolate y si los caracoles tienen o no orejas? Supongo que podríamos hacer que nuestros hijos preguntaran a Google, pero no parece lo más apropiado. Por suerte, existen recursos increíbles para fomentar la curiosidad.
Muchas escuelas están incorporando un plan de estudios STEM para desarrollar las habilidades científicas, matemáticas y de resolución de problemas. Considere la posibilidad de incorporar algunos juguetes que fomenten la exploración, la experimentación y la concentración en el tiempo de juego para mantener esas ruedas girando. He aquí algunos ejemplos:
Afortunadamente, la naturaleza tiene una forma fantástica de responder a mucho de lo que nos deja perplejos. Con un poco de orientación, el aire libre es uno de los recursos más valiosos que tenemos para que nuestros hijos sigan aprendiendo y explorando. He aquí algunas cosas que puede hacer al aire libre con sus hijos:
La aplicación Busy Water es un juego de aprendizaje que ofrece a los niños la oportunidad de planificar estructuras fluviales, lo que fomenta la capacidad de pensamiento crítico e inculca conceptos básicos de física.
El kit Let's Start Coding hace que los niños sigan los pasos para aprender a programar. Mantendrá ocupados a los niños curiosos y fomentará la resolución de problemas, el pensamiento analítico y la perseverancia.
El lenguaje que utilizamos puede influir mucho en que los niños sigan o no explorando algo que les interesa. Cuanto más alentadores y abiertos seamos cuando intentamos ayudarles a comprender un concepto, más confianza tendrán en sus esfuerzos por entender las cosas. He aquí algunas frases alentadoras para utilizar con tu hijo:
A menudo elogiamos y reconocemos a nuestros hijos por los resultados de sus esfuerzos. Si reforzamos positivamente el proceso de llegar a las respuestas, se sentirán más animados a seguir reflexionando. En lugar de "¡Has terminado el puzzle!", prueba con "Me he dado cuenta de que tenías problemas con una pieza y luego lo has resuelto. Realmente has resuelto ese problema".
Ahora estás preparado y listo para la próxima vez que tu única respuesta sea "Esa es una buena pregunta". El mundo cambia rápidamente. La curiosidad será muy útil a nuestros hijos. Ayudémosles a mantenerla.
ParentCo.
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