Tiempo de juego

Juegos entre hermanos: Juegos para que niños pequeños y preescolares disfruten juntos

niños pequeños jugando con

Ayudar a nuestros pequeños a jugar juntos es una forma poderosa de fomentar las relaciones entre hermanos y hacer que el hogar sea divertido, pero para los niños pequeños en diferentes etapas de desarrollo no siempre es fácil encontrar actividades que todos puedan disfrutar.

Un niño mayor y otro más pequeño, o un niño pequeño y otro en edad preescolar, son combinaciones complicadas para jugar en familia. Es probable que uno de los niños se ponga a morrear y le fascine destruir cosas justo cuando el otro empieza a querer juegos más desafiantes o complejos. Pero hay muchas maneras de jugar juntos en esta época, sobre todo manteniendo las actividades divertidas y activas. El juego entre hermanos pasa por muchas etapas y variará en función de la diferencia de edad entre tus hijos. Entre mis hijos hay 17 meses de diferencia y, como muchas madres de dos niños menores de dos años, mis principales retos en los primeros meses fueron el cansancio y combinar las largas tomas de pecho del bebé con el cuidado de los niños pequeños. Sinceramente, en aquella época el juego no era mi máxima prioridad, pero tampoco era tan difícil. Mi hijo mayor y yo jugábamos cuando el bebé dormía, o cuando se acomodaba para mirar desde su manta. Las cosas se complicaron cuando el bebé empezó a moverse, sobre todo cuando ya podía levantarse. Justo cuando mi hijo empezaba a montar un puzzle o a colocar con cuidado las piezas de su granja, su hermanito se acercaba para sembrar el caos. La plastilina y la pintura acababan pronto en la boca del pequeño, y cualquier juego con piezas pequeñas o reglas complejas era un no-no. ¿Cómo resolvimos el problema? En primer lugar, mantuve a mi hijo pequeño durmiendo la siesta dos veces al día todo lo que pude. Esa siesta matutina era el momento en que mi hijo mayor y yo jugábamos juntos a cualquier cosa que necesitara concentración o precauciones de seguridad. También puse rompecabezas y juguetes del mundo pequeño para mi hijo mayor en la mesa del comedor, donde podía jugar sin ser molestado. Eran soluciones temporales, pero no importaba, porque el problema también era temporal. Sobre todo, busqué formas de que mis hijos jugaran juntos. Estos son algunos de los juegos que disfrutamos:

Canciones de movimiento

Una actividad muy apreciada en las guarderías, ¡y con razón! Las canciones con acciones son una forma estupenda de entretener a bebés y niños pequeños, o a grupos de niños de todas las edades. Puedes encontrar cientos de ideas y letras en Internet, como Las ruedas del autobús, La arañita, Zoom Zoom Zoom y Los conejitos dormilones.

Burbujas, pelotas, globos

A los niños que empiezan a andar les suelen encantar las burbujas, y a los mayores también, así que es una forma fácil y divertida de jugar juntos. Rete a los niños mayores a aplaudir las burbujas, a estamparlas o a reventarlas con el codo. Hacer rodar pelotas y batear globos también puede unir a los hermanos pequeños.

Acciones animales

Fingir ser diferentes animales atrae a niños de todas las edades. Aunque no tenga mucho sentido para los niños de un año, ¡disfrutarán pisoteando y bramando para divertirse!

Jugar al aire libre

Jugar en el parque infantil o en el jardín con dos niños pequeños, sobre todo con los que aún tienen boca, puede ser todo un reto. Pero a tus hijos les encantará el aire fresco y la oportunidad de correr y trepar. Además, les ayuda a dormir, ¡lo que todos sabemos que es una gran ventaja!

Bailando

A menudo bailamos al ritmo de música clásica y probamos todo tipo de acciones, como saludar, saltar, girar, dar palmas, ir despacio o deprisa, etcétera. Describir lo que hacemos y dar instrucciones ayuda a ampliar el vocabulario de mis hijos.

La hora del cuento

¡Leed juntos! Es una de las cosas más fáciles y mejores que se pueden hacer con los niños pequeños. Nuestros días incluyen mucho movimiento y juegos al aire libre, así que mis hijos suelen estar encantados de sentarse juntos con un montón de libros.

Arte del proceso

El arte con niños de dos a tres años es un poco lioso, pero lo que me gusta del arte a esta edad es que es muy sencillo. Los niños pequeños disfrutan garabateando y probando los lápices de colores, la pintura o la pasta; no hay que preocuparse por el resultado final. Cuando mi hijo más pequeño aún hablaba con la boca, solíamos hacer arte en la mesa, con él en la trona. Le entretenía con un bocadillo o con un material artístico seguro, o combinaba las dos cosas y le dejaba pintar con los dedos con puré de manzana. Al principio, nuestras horas de arte eran breves y dulces, pero se fueron alargando y volviéndose más atrevidas a medida que los niños crecían.

Jugar a simular

Si a tu hijo de preescolar le gustan los juegos de simulación, puede que a tu hijo pequeño le apetezca participar, incluso si se trata de algo que le supera cognitivamente. El entusiasmo puede arrastrarlos. A nosotros nos encanta jugar a los picnics, a los médicos, a los cohetes, a los dinosaurios y, sobre todo, ¡a los piratas! Una de las primeras palabras de mi hijo pequeño fue "tesoro", ¡declarada muy seriamente mientras sostenía un cojín!

Fichas

Éste es un tema controvertido, porque sé que muchos padres y educadores odian las tarjetas, pero a muchos niños les gusta jugar con ellas y son fáciles de compartir. A los niños pequeños les gusta pegar cosas, así que haz una ranura en una caja de cartón y deja que tus hijos peguen las tarjetas. Yo les pedí que eligieran una tarjeta y la nombraran. Con el mayor le hacía preguntas como "¿Cuál vive en el agua?"; con el pequeño, "¿Cuál quieres, el sombrero o el perro?". Jugar juntos con niños pequeños puede ser un reto a veces, pero seguro que os divertís mucho. Ahora, con 3 y 2 años, algunas de las dificultades del juego entre hermanos que mencionaba antes han desaparecido para nosotros y el más pequeño puede participar en muchos más tipos de actividades. Los niños juegan juntos constantemente, a menudo sin mí, e incluso inventan sus propios juegos. No siempre hay paz, pero intento recordar que incluso los conflictos les ayudan a aprender y a madurar. Ver crecer su amistad ha sido para mí una alegría enorme e inesperada. Sin duda, el trabajo duro merece la pena.

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