A veces, hablar de la crianza de los hijos se parece mucho a hablar de política o religión. Los conflictos que pueden surgir fácilmente cuando surge el tema de la paternidad son razón suficiente para no decir nada en absoluto la mayoría de las veces.
Pero lo cierto es que los padres y madres primerizos necesitan la ayuda y el apoyo de sus seres queridos. Y aunque tener hijos es el regalo más maravilloso de todos, puede ser duro. Y cuando las cosas se ponen difíciles, los seres queridos son las primeras personas a las que acuden los padres primerizos en busca de explicaciones, oídos atentos y, en muchos casos, consejos. Sin embargo, el tema se vuelve difícil para las familias cuando las personas son horribles a la hora de dar estos consejos. Aquí tienes cinco sencillos pasos para dar a tus seres queridos el consejo que buscan sin parecer idiota:
Lo más importante a la hora de aconsejar a unos padres primerizos es asegurarse de que, para empezar, te han pedido consejo. Con los ridículos avances tecnológicos que se han producido incluso en los últimos 50 años, la generación actual de padres es, con diferencia, el grupo de padres más inteligente que ha habido nunca. Lo saben todo. Han leído todos los libros adecuados, han tomado todas las clases adecuadas, han hecho todas las preguntas correctas, se han unido a todos los grupos de Facebook adecuados, etc.
Los padres de hoy en día tienen acceso a todos los recursos que existen sobre la crianza de los hijos y, por lo tanto, están muy preparados para el trabajo. Por eso, para los que están fuera, es importante recordar que tus amigos y familiares no siempre necesitan tus consejos. Así que la mayoría de las veces, no te lo van a pedir. En otras palabras, el hecho de que tus amigos que acaban de tener un bebé no paren de hablar del absurdo número de pañales desechables que gasta su bebé no significa que quieran que les digas que probablemente deberían empezar a usar pañales de tela.
Y el hecho de que tu hija siga utilizando el patrón de sueño de su bebé como excusa para no llamarte en días, no significa que quiera oír hablar de cómo crees que debería acostar a su bebé boca abajo. Casi el 98% de las veces que los padres primerizos te ponen al corriente de las cosas que les pasan en su nueva vida de padres, lo hacen porque necesitan desahogarse. Quieren hablar contigo, pero la paternidad es ahora toda su vida, así que surgirán muchas cosas.
Ten cuidado de no ofrecer consejos a personas que sólo quieren compartir contigo sus nuevas experiencias. Sabrás si alguien te está pidiendo consejos sobre crianza porque te resultará increíblemente obvio. ¿Cómo puedes saber con seguridad si te lo están pidiendo? Una buena regla general es que la mayoría de las veces oirás la palabra "consejo". Si no es así, simplemente escucha y sé amable.
Como ya he dicho antes, los padres de hoy en día están bien equipados para el trabajo porque tienen acceso constante a la información más actualizada sobre crianza, como por ejemplo cómo deben dormir los bebés, con qué frecuencia hay que darles de comer, etc.
Sin embargo, hay muchos ámbitos en los que herramientas como Internet resultan difíciles para los padres primerizos. Por ejemplo, hay por ahí un kajillón de foros locos sobre qué sillas de coche son las mejores para los bebés recién nacidos. Una crítica tras otra se suceden en la pantalla, y los padres primerizos desearían que hubiera una forma más sencilla de descifrar las diferencias entre los millones de tipos de sillas de coche que existen. Por eso, cuando tu amigo te pide consejo (ver paso 1) sobre qué tipos de sillas de coche son las mejores y le dices que en Internet puede encontrar reseñas de muchos tipos diferentes, no le estás ayudando. Y ahora se han imaginado tres formas diferentes de abofetearte en la cara. ¿GOOGLE? ME OLVIDÉ POR COMPLETO DE GOOGLE.
Después de noches aparentemente interminables de alimentar, cambiar, alimentar, cambiar, y así una y otra vez, los nuevos padres disfrutan escuchando la frase "se hace más fácil". Les gusta saber que en el futuro les aguarda una época de mayores descansos entre esas cosas.
Esta nota necesita un poco de aclaración, porque si eres un conocido de padres primerizos, la frase "se hace más fácil" debería ser un tópico. Cuando veas a esos padres primerizos en el supermercado con enormes bolsas bajo los ojos, adelante, ¡diles lo fácil que va a ser! Pero cuando eres amigo o familiar de padres primerizos, normalmente tienes que ser un poco más específico con este tipo de consejos. Porque lo que suele ocurrir es que los nuevos padres te miran con esa cara que dice: "¡Vale! Pero oye, sólo me preguntaba, ¿CUÁNDO?". Y si le dices a un padre primerizo que todo será más fácil y luego le dices algo como "Sí, el pequeño Joey tardó más de dos semanas en dormir toda la noche", la bofetada imaginaria se convierte rápidamente en un puño.
Si hay algo que realmente pone nerviosos a los nuevos padres... nerviosos, es cuando otras personas actúan como si supieran lo que su bebé está pensando o sintiendo. Así que cuando el bebé empieza a llorar a tu alrededor y tú dices algo como "Oh, sólo está cansado" o "No le gusta ese ruido" o algo así, pareces un gran idiota.
Porque cuando lo haces, estás 1. afirmando lo obvio ("Oh, ¿sólo está cansado? ¿SÓLO ESTÁ CANSADO? ¿Por qué no se me ocurrió a mí? Oh, espera, llevo 5 horas intentando que se duerma" --- ver paso 2), o estás diciendo algo nuevo, pero señalando que el motivo del malestar del bebé es algo obvio incluso para una persona ajena a la situación. Y, contrariamente a la creencia popular, hacer que alguien se sienta estúpido no es la forma de dar consejos. Además, los padres llevan con el bebé mucho más tiempo que tú, así que no lo hagas.
A menudo, sabes exactamente lo que deberían hacer tus amigos padres primerizos. Al fin y al cabo, tú también lo fuiste no hace mucho. Pero a veces, por muy bueno que sea tu consejo, si lo dices mal puede parecer que te has saltado el paso 4.
Una herramienta fundamental para aconsejar a los padres primerizos (después de confirmar que te han preguntado, por supuesto) es asegurarte de que no les estás imponiendo tus propios métodos de crianza. La mejor manera de hacerlo es, cuando les aconsejes hacer algo que tú hiciste como padre, empezar explicándoles que es un método que a ti te funcionó y que por eso lo aconsejas. De ese modo, tienen una nueva herramienta en su reserva para utilizar, pero no se les hace sentir que deberían haberlo pensado ellos mismos. Porque instruir no es sinónimo de aconsejar. Ahora, ¡salid y sed útiles, jóvenes padawans!
ParentCo.
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