Los niños prosperan cuando juegan al aire libre, y es un placer ser testigo de ello como padre. A medida que los niños atraviesan las distintas etapas de su desarrollo, adquieren más confianza en sí mismos y ansían ser independientes. De repente, te das cuenta de que quieren jugar fuera sin supervisión.
Aunque es mucho más seguro no dejar que tus hijos pequeños jueguen sin supervisión, las circunstancias cambian constantemente. Por ejemplo, puede que los deje con un cuidador que les permita jugar solos, o que sus hijos puedan valerse por sí mismos en la guardería o el colegio. Tal vez, simplemente, tus hijos ya son lo bastante mayores para jugar al aire libre. Sea como sea, usted quiere que sean responsables, autosuficientes y seguros, y dotarles de habilidades vitales es esencial.
Seguridad con los juguetes de exterior
Muchas actividades y deportes favoritos al aire libre incluyen pelotas, bates, patinetes, monopatines, bicicletas o triciclos. Enseñar a sus hijos a jugar con seguridad cuando practican estas actividades es esencial para minimizar los accidentes.
Entre los consejos de seguridad importantes para jugar con juguetes y herramientas de exterior figuran los siguientes:
- Asegúrese siempre de que los niños llevan equipo de protección si van a jugar a juegos como el críquet o a montar en bicicleta, patinete o monopatín. Los niños deben llevar casco, rodilleras y coderas, así como ropa y calzado adecuados.
- Enseñe a sus hijos a no intentar actividades desconocidas si no están supervisados.
- Di a tus hijos que nunca prueben actividades peligrosas, aunque sus amigos y otros niños intenten presionarlos, burlarse de ellos o intimidarlos para que lo hagan.
Consejos de seguridad para parques infantiles
Cuando te plantees dejar que tus hijos jueguen fuera sin supervisión, debe ser en un entorno que te resulte familiar. Inspecciona primero la zona para asegurarte de que no presenta peligros como objetos punzantes, superficies irregulares, masas de agua o carreteras con mucho tráfico.
Equipa a tus hijos con estos consejos para la seguridad en el patio de recreo:
- Utilice el parque infantil únicamente como está previsto.
- No juegues en o con columpios o toboganes rotos.
- Presta atención a otros niños en movimiento y mantén una distancia de seguridad.
- Mantenga la zona de juego limpia y libre de obstáculos.
- Quítate la ropa suelta, como bufandas, y las joyas, como collares y pulseras, antes de jugar.
- Mantente alerta por si hay acosadores o adultos sospechosos en la zona de juegos. Informa a un adulto de confianza.
Seguridad con los extraños
La seguridad ante los extraños es posiblemente la mayor preocupación de cualquier padre. Muchos niños son curiosos y sociables por naturaleza, y hay que ir más allá de enseñarles a no hablar con extraños para mantenerlos a salvo. Los niños aprenden del comportamiento modelado y a menudo ven a sus padres hablar con extraños, por lo que es vital abordar esta cuestión adecuadamente.
Una forma excelente de conciliar esto es enseñar a tus hijos sobre la "gente tramposa". Las personas tramposas pueden ser extraños o gente que tus hijos conozcan. Puedes enseñar a tus hijos a identificarlas con estos sencillos consejos:
- Sentimientos desagradables: Una persona difícil es alguien que les hace sentir incómodos o asquerosos.
- Secretos: Una persona tramposa les pedirá que le oculten un secreto.
- Tácticas forzadas y de miedo: Una persona tramposa intenta hacerles ir a algún sitio sin permiso o intenta obligarles a hacer algo que les produce miedo.
Afortunadamente, usted puede dar a su hijo algunas herramientas para combatir estas situaciones.
Los niños pueden tener instintos excepcionales y aprender a reconocerlos en un entorno abierto y de confianza. Si su hijo le dice que se siente incómodo, asustado o preocupado, valide esas emociones si proceden de un lugar razonable. Cuando proceda, hazle saber que confías en su juicio.
Enseña a tus hijos que está mal que alguien les diga que guarden un secreto de papá y mamá. Hazles saber que valoras la verdad y que siempre les respetarás por compartirla, sobre todo si ha ocurrido algo malo. Esto combate las tácticas de personas peligrosas que obligan a los niños a guardar secretos diciéndoles que sus padres se enfadarían si lo supieran.
Haz que tus hijos sepan a quién pueden pedir ayuda o qué pueden hacer en caso de emergencia. Pueden aprender a correr o a gritar pidiendo ayuda si alguien intenta obligarles a ir a algún sitio sin permiso, intenta hacerles daño o quiere obligarles a hacer algo malo o peligroso.
Preguntas más frecuentes (FAQ)
Explora estas preguntas frecuentes para saber a qué edad pueden jugar los niños solos al aire libre y cuáles son los beneficios del juego sin supervisión.
¿Es importante fomentar el juego independiente al aire libre?
La seguridad del niño es siempre lo primero, pero, cuando proceda, también es saludable permitirle jugar sin supervisión. Esto puede ayudar a los niños a ser más independientes, seguros de sí mismos y conscientes, y jugar al aire libre potencia estas habilidades y proporciona un sentido de asombro con respecto al mundo natural.
¿A qué edad puede jugar un niño sin supervisión?
La edad a la que los niños pueden jugar solos al aire libre depende de una combinación de varios factores. Si el niño juega en casa y el jardín está vallado, entre los 5 y los 6 años puede ser una edad adecuada para jugar sin supervisión. Si el patio no está vallado, es mejor esperar hasta que el niño tenga unos 8 años.
En entornos desconocidos, siempre es mejor supervisar al niño y esperar a que sea mucho mayor para que juegue solo.
La edad adecuada para jugar sin supervisión también depende del nivel de conciencia situacional, resistencia, capacidad de comunicación y confianza del niño. Confíe siempre en su instinto paternal para discernir qué es lo mejor para su hijo.
¿Son lo mismo el juego libre y el juego sin supervisión?
El juego libre y el juego sin supervisión son fundamentalmente diferentes, aunque pueden solaparse. El juego libre es cuando los niños no tienen estructurado su tiempo de juego. Esto permite a los niños utilizar su imaginación, participar en actividades que les gustan y jugar de forma independiente, todo ello mientras están supervisados.
Deje que sus hijos jueguen sin supervisión pero con seguridad
La seguridad es siempre la prioridad, aunque esto signifique supervisar constantemente a tus hijos. Sin embargo, también es beneficioso soltar las riendas de vez en cuando cuando sea oportuno. Cuando tus hijos tienen edad suficiente y si el entorno es seguro, jugar libremente al aire libre es una forma excelente de potenciar su desarrollo físico, cognitivo y emocional.



