Las experiencias sensoriales pueden ayudar a calmar la ansiedad de los niños, aumentar su concentración y reducir su mal comportamiento. Incluso pueden facilitar la hora de acostarse.
Aunque centrarse en las experiencias sensoriales es muy beneficioso para los niños, no todos reaccionan a ellas de la misma manera. Aunque las experiencias sensoriales se han asociado a menudo con niños con necesidades especiales, pueden ayudar a aumentar la atención y la concentración y calmar la ansiedad y la hiperactividad en todos los niños.
Las investigaciones disponibles sugieren que incorporar experiencias sensoriales a las vivencias cotidianas de los niños puede facilitar la satisfacción de las necesidades incluso de los más desafiantes. A continuación te ofrecemos cinco consejos prácticos para que incorpores experiencias sensoriales que ayuden a tu hijo a encontrar la calma.
Un "espacio sensorial" es un espacio lleno de recursos sensoriales variados donde tu hijo puede encontrar la calma. Se ha comprobado que crear un espacio específico ayuda a los niños con problemas de ansiedad e ira. En un estudio, los investigadores crearon una "sala sensorial" llena de recursos variados, como una lámpara de ambiente, un proyector, aromaterapia, música y tubos de burbujas. Los investigadores observaron y registraron la frecuencia con la que cada niño visitaba la sala sensorial.
Los resultados mostraron que los niños que más visitaban la sala sensorial tenían mayor autoestima y también mejoraba su bienestar emocional. Un "espacio sensorial" no tiene por qué ser un "espacio físico". Una alternativa puede ser una "caja sensorial" donde coloques una variedad de objetos sensoriales que tu hijo pueda coger y utilizar cuando sienta la necesidad. Variar los objetos -superficies lisas, superficies rugosas, olores diferentes- hace que la experiencia sensorial sea más satisfactoria.
El sentido del olfato es un poderoso sentido conectado al cerebro. Esto explica por qué los aceites esenciales influyen en el comportamiento. Las investigaciones sugieren que la aromaterapia puede tener un efecto curativo y calmante. La aromaterapia puede utilizarse de distintas formas para que la experiencia sensorial sea aún más intensa. Por ejemplo, combinar el olfato y el tacto con aceites esenciales para masajear los pies o los dedos de los pies de su hijo puede tener un efecto calmante inmediato.
Las posibilidades de uso de la aromaterapia son infinitas, pero no todos los aceites esenciales son adecuados para los niños. Antes de utilizar aceites esenciales con su hijo, infórmese sobre las precauciones que debe tomar y los aceites más adecuados para calmar la ansiedad y la hiperactividad de los niños.
En un estudio que pretendía determinar si las experiencias multisensoriales ayudaban a los niños a aprender mejor, los investigadores asociaron diferentes colores con música, olores, arte, poesía, literatura y luces de colores. Comprobaron que los niños a los que se enseñaban los colores mediante experiencias multisensoriales eran más capaces de aprender colores diferentes.
Las experiencias multisensoriales son aquellas que permiten a los niños utilizar sus diferentes sentidos. Por ejemplo, la plastilina aromaterapéutica ayuda a los niños a utilizar el olfato y el tacto. Recuerde, no obstante, que todos los aceites esenciales utilizados con niños deben ser seguros para ellos y deben diluirse antes si van a entrar en contacto con su piel. Otra experiencia multisensorial podría ser poner música suave mientras su hijo juega con sus bloques o con la arena.
Cualquier actividad que anime a los niños a utilizar sus sentidos es una actividad sensorial. Jugar con agua o granos, oler las rosas, hacer footing, correr, jugar con arena, escuchar música y bailar son actividades sensoriales. Las distintas actividades responden a necesidades sensoriales diferentes. Actividades como columpiarse, saltar en la cama elástica y hacer ejercicios aeróbicos liberan endorfinas que ayudan a disminuir la ansiedad.
Masticar alimentos masticables, chupar o soplar son experiencias sensoriales diferentes que también pueden tener un efecto calmante en tu hijo. Pintar con los dedos es una actividad sensorial estupenda. Incorporar diferentes actividades a lo largo del día es una forma estupenda de ayudar a tu hijo a concentrarse y calmarse.
Se ha descubierto que la presión ejercida por los pesos ayuda a calmar la ansiedad y la hiperactividad de los niños. Por ejemplo, se ha comprobado que las mantas con peso crean un efecto calmante natural. Aunque se suelen utilizar con niños con necesidades especiales (por ejemplo, autismo), también son eficaces con niños muy activos. Muchos padres han constatado que sus hijos duermen mejor, se despiertan más descansados y están más contentos y concentrados.
Al ejercer presión sobre el cuerpo, las mantas lastradas liberan neurotransmisores que han demostrado tener un efecto calmante sobre el organismo. Las pesas en muñecas y tobillos también pueden tener el mismo efecto. Las actividades que implican trabajo pesado -rastrillar hojas, empujar contra una pared, empujar un carro pesado- también han demostrado ser eficaces para centrar la atención de los niños y reducir la ansiedad.
(Aunque la información que aquí se ofrece puede ayudar a calmar la ansiedad y la hiperactividad de todos los niños, se proporciona únicamente con fines informativos. Si tu hijo padece un trastorno del procesamiento sensorial, ponte en contacto con tu terapeuta antes de probar las actividades propuestas más arriba).
ParentCo.
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