Tiempo de juego

5 maneras de fomentar el juego libre

bebé jugando en un parque

El juego es oro. El juego libre activo ayuda a los niños a desarrollarse físicamente, a mejorar su autorregulación y a llevarse bien con los demás. También es una bendición para los padres, si se me permite decirlo. Aunque tengamos la tentación de programar a nuestros hijos todo el verano, un equilibrio de tiempo para el juego libre (ya sea en una guardería que lo fomente o con usted como padre) puede ser extremadamente valioso. ¡Los baches merecerán la pena!

La buena noticia es que existen estrategias sencillas que pueden ayudar a los niños a adaptar sus rutinas y a desarrollar habilidades para el juego libre autodirigido. Aquí tienes cinco consejos respaldados por la investigación para ayudar a tu hijo a iniciarse en el juego libre y aprovechar todo su potencial.

1 | Ignora a tus hijos (dentro de lo razonable)

Habrá momentos en los que tus hijos necesitarán o querrán que te unas a su juego, pero antes de hacerlo, considera decir "ahora no" o "me uniré a vosotros dentro de un rato". Después, intenta alejarte o no estar disponible (teniendo en cuenta la seguridad en caso necesario). Si te lo vuelven a pedir, repite con calma y cariño lo que les has dicho: "podré unirme a vosotros dentro de unos 20 minutos, pero ahora mismo tengo que fregar los platos del desayuno".

Puede llevar tiempo que los niños se adapten a estar aburridos y encuentren su propia manera de "desaburrirse", pero van a necesitar algún tiempo para sentir el aburrimiento y el deseo de resolverlo si quieren aprender. En su libro Balanced and Barefoot, Angela Hanscom señala que los niños pueden tardar unos días en adaptarse al horario totalmente desestructurado de sus campamentos de verano, que fomentan el juego libre activo al aire libre, pero al final los niños se acostumbran y abrazan esta libertad.

2 | Juega con tus hijos

Sé que me estoy contradiciendo, ¡pero ambas cosas pueden ser valiosas! Los científicos están de acuerdo en que algunos juegos deben seguir siendo impulsados por los niños, sin que los padres participen o simplemente observando, pero también hay oportunidades para que los padres refuercen el valor del juego tirándose al suelo (metafórica o literalmente) para mostrar a sus hijos que también es valioso para ellos. 

Sé que a veces puede ser difícil seguirle la corriente al juego que se ha inventado tu hijo, pero mostrarle que ha encontrado una solución genial para entretenerse a sí mismo y a los demás puede ser una poderosa herramienta de refuerzo. También puedes ser un modelo de pensamiento creativo mientras juegas. Respira hondo, evoca recuerdos de tu infancia y sumérgete en el juego (pero no todo el tiempo). Puntos extra si además te diviertes.

3 | Animar y afirmar

La perspectiva de la crianza positiva sobre el estímulo frente al elogio es una forma estupenda de ver tu papel en el apoyo al juego libre. Intenta decirles a tus hijos lo que admiras de su juego libre o hazles preguntas sobre lo que están haciendo. En lugar de elogios generales como "Buen trabajo" o "Gracias por jugar solo durante tanto tiempo", utiliza estímulos específicos como "Vaya, este juego nos hace movernos de verdad, ¿cómo se te ha ocurrido esta idea?" o "Te has esforzado mucho en este castillo, ¿verdad? ¡Me alegro de que no te hayas rendido!".

Este tipo de estímulo puede reforzar sus conductas creativas y de resolución de problemas para que sea más probable que las repitan en el futuro. Esto no significa que no puedas elogiar nunca su buen comportamiento o sus logros, sino que puedes utilizar tus elogios de forma estratégica para afirmar el comportamiento positivo. Me gusta esta lista de pautas para utilizar los elogios de forma adecuada.

4 | Proporcionar juguetes que permitan a los niños crear su propia historia 

Entre los juguetes que fomentan el juego abierto se encuentran los bloques de madera, las cestas llenas de materiales de manualidades o las muñecas. En el exterior, puede haber cosas como troncos cortados, palos, pelotas, montones de barro y objetos que simplemente se encuentran en la naturaleza (como un árbol o una colina empinada del parque local).

La forma en que los niños utilizan estos "juguetes" u otros objetos no está prescrita, por lo que son libres de ser creativos y novedosos. Intenta no interferir ni juzgar el uso que hacen de estos objetos. Asumir riesgos es una parte importante de la infancia.

Cuando elijas juguetes de representación y tiempo frente a la pantalla, busca aquellos que fomenten la curiosidad y el aprendizaje STEAM, como Ocean Explorers de Baby Einstein, una nueva serie y conjunto de juguetes que inspira el aprendizaje con canciones y personajes divertidos y pegadizos. 

5 | Encuentra amigos que acepten salir a jugar sin supervisión

Por desgracia, la idea de que un niño vaya corriendo por la calle a llamar a la puerta de un amigo y luego se pase todo el día jugando con él no es un territorio familiar para algunos niños modernos. Ya sea por cuestiones de seguridad, por horarios apretados o por pasar más tiempo en la guardería (como es el caso de mi casa), esto simplemente no ocurre tanto. Esto ha desencadenado el movimiento de los niños libres y toda la inspiración y controversia que conlleva. Tanto si crees en dejar que tu hijo de tercer grado vaya solo a la tienda como si no, puedes inspirarte en la idea de reducir el tiempo programado y estructurado en la vida de nuestros hijos e invitarles a pasear libremente (aunque sólo sea en tu propia propiedad).

Involucrar a otros niños puede alargar el tiempo que los niños están dispuestos a pasar solos, y puede invitarles a inspirarse mutuamente con nuevas ideas, e incluso a resolver problemas cuando se encuentren en conflicto. Encuentra a algunos otros padres que se adhieran a esta filosofía y consigue sus números para que puedas enviarles un mensaje de texto en un momento dado para invitar a su hijo a casa o incluso, gasp, enviar a tu hijo a llamar a su puerta. (Lo sé, esto parece ir en contra de algunas de nuestras tendencias arraigadas a planificar, planificar y planificar, ¡pero puedes hacerlo!) Una vez que estén en tu casa, haz todo lo posible por dejarles sueltos sin que tú les guíes.

Sobre todo, ten paciencia. Si tu hijo no está acostumbrado a inventar su propio entretenimiento, tendrá dificultades con el juego libre. Compadécete de ellos, compréndelos y anímalos cuando hagan progresos. Mantenerte firme y crear una cultura en la que el juego libre forme parte de lo que se espera en tu casa propiciará el cambio que buscas.

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