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Cómo pasar del verano a la rutina escolar

Cómo pasar del verano a la rutina escolar

El verano está llegando a su fin y se acerca el nuevo curso escolar. Mientras bulle la ilusión por aprender y por reencontrarse con los amigos, la transición de los días de pereza al horario de vuelta al cole puede resultar complicada para usted y su hijo.

Preparar a los niños para el colegio después de las vacaciones de verano les orienta y fomenta una actitud positiva hacia el regreso. Sienta las bases para un curso escolar fructífero.

Prepararse para la transición

Tome medidas proactivas para facilitar la adaptación antes de que suene el timbre del colegio. Empiece por reintroducir gradualmente un poco de orden en el día de su hijo. La estructura ayuda a los niños a acostumbrarse a seguir un horario, lo que les hace sentirse seguros porque saben qué esperar.

Establezca una rutina coherente unas semanas antes del primer día de colegio. Debe incluir horarios regulares de comidas, periodos de estudio y tiempo de juego. De este modo, tu hijo empezará a adaptarse al trabajo contrarreloj.

Haz inventario de lo que tus hijos necesitan para el nuevo año y confecciona una lista. Vayan juntos de compras y conviértalo en una aventura divertida. Así se asegurará de que tienen todo lo que necesitan y les ayudará a ilusionarse con la vuelta al cole después del verano.

Las noches de verano suelen estar llenas de fogatas, noches de juegos en familia y maratones de películas, lo que puede provocar patrones de sueño irregulares. Ayude a los niños a volver a la normalidad ajustando gradualmente sus horarios de sueño.

Acuéstalos 15 minutos antes cada noche hasta alcanzar la hora deseada. Los niños menores de 12 años necesitan dormir un mínimo de nueve horas. Los adolescentes y los niños mayores tienden a quedarse despiertos hasta más tarde, por lo que es necesario hacer un mayor esfuerzo y animarles para que duerman al menos ocho horas. Elimine todas las distracciones del dormitorio para crear un entorno propicio al sueño.

Nunca es demasiado pronto para planificar las comidas y los tentempiés de la fiambrera. Comenta con tus hijos las opciones saludables y averigua cuáles son sus favoritas. Haz acopio de los ingredientes que vayas a necesitar y prepara comidas que puedas congelar. Le facilitará las cosas durante las mañanas ajetreadas.

Acérquese a la escuela

Ponte en contacto con la escuela antes de su apertura oficial y pregunta por el día de orientación. Reserva una sesión para familiarizarte con la distribución del edificio, conocer a los educadores y comprender las rutinas diarias. Conocer a los profesores antes del primer día ayuda a establecer una buena relación y hace que el regreso sea menos intimidatorio, lo que reduce la ansiedad de los alumnos. También conocerá el plan de estudios, las normas del centro y los programas extraescolares para ayudar a preparar mentalmente a su hijo.

Mantener canales de comunicación abiertos con los educadores y administradores escolares es vital, sobre todo si su hijo tiene necesidades funcionales. Los alumnos con necesidades especiales suelen tener programas educativos individualizados que pueden cambiar de un año a otro. Ponerse en contacto con la institución antes del nuevo curso escolar le mantiene al corriente de estos cambios. El profesor de su hijo también le dará consejos que puede utilizar para preparar a su hijo para el primer día.

Hable de las ansiedades específicas sobre la escuela con los profesores, que pueden ofrecer estrategias de afrontamiento adaptadas. De este modo, tú y el centro podréis hacer las adaptaciones necesarias para ayudar al niño.

Restablecer los hábitos de estudio

Tras el ritmo relajado del verano, el cerebro necesita cambiar de marcha y ponerse en modo académico. Programe visitas periódicas a la biblioteca, organice sesiones de lectura y ayude a sus hijos a explorar material educativo en Internet. Reestablecer los hábitos de estudio ayuda a los alumnos a recuperar la concentración y la disciplina. Les resultará más fácil retomar el ritmo de las tareas escolares, lo que les ayudará a enfrentarse a los deberes y a asimilar el material nuevo.

Designe una zona de estudio cómoda, tranquila, organizada y libre de distracciones para la lectura personal y los deberes. Anima a tus hijos a utilizar este espacio a una hora concreta para mejorar sus habilidades de gestión del tiempo. Esto les ayudará a reaprender a equilibrar las tareas escolares, las actividades extraescolares y el tiempo personal.

Volver a una rutina de estudio que se asemeje al horario escolar habitual unas semanas antes del primer día prepara a los niños para un curso con éxito. Adquieren más confianza en sus capacidades académicas, lo que alivia la ansiedad de volver a las aulas. Los niños que ven que sus padres invierten en su educación se sienten valorados y apoyados, lo que les motiva aún más para tener éxito.

Comunicar las expectativas

Hable con sus hijos del curso que empieza, sobre todo si son preescolares. Hábleles de lo que pueden esperar y responda a sus inquietudes. Asegúreles que es normal sentirse nervioso. Destacar los aspectos positivos de la vuelta al aprendizaje facilita el regreso a la escuela después del verano.

Establezca objetivos realistas para el próximo curso escolar y estudie cómo puede alcanzarlos su hijo. Involúcreles en el proceso para que se sientan dueños y responsables. Esto les dará un propósito y les motivará para trabajar duro cuando vuelvan a clase.

Fomentar actitudes positivas

La mentalidad adecuada influye significativamente en la forma en que su hijo afronta la vuelta al colegio después del verano. Siga mencionando que es una oportunidad emocionante para hacer nuevos amigos, aprender cosas nuevas y participar en actividades divertidas.

Dé ejemplo manteniendo usted mismo una actitud positiva. Los niños reflejan los comportamientos y valores de sus padres, por lo que mantener una actitud optimista puede ayudarles a sentirse más seguros con la vuelta al cole. Si usted está estresado porque se acaba el verano, sus hijos lo notarán y es probable que también desarrollen estrés y ansiedad.

Sobre todo, celebre los pequeños logros a lo largo del camino. Reconocer los esfuerzos y éxitos de tu hijo, por pequeños que sean, aumenta su confianza y motivación.

Manténgase solidario

Apoye a su hijo durante todo el periodo de transición. Las revisiones periódicas te permiten identificar y abordar los problemas con antelación y ajustar tus estrategias.

Esté atento a los signos de estrés. Pregunte regularmente a su hijo cómo se siente y si necesita ayuda para ajustar su rutina. Si su hijo parece ansioso o abrumado, proporciónele soluciones prácticas para reconocer los desencadenantes y aliviar los problemas. Ayúdele a hablar abiertamente de sus preocupaciones o a practicar ejercicios de respiración profunda. Busque ayuda profesional si la necesita. Esto es especialmente importante si tu hijo tiene necesidades especiales.

Un comienzo sin contratiempos, un año lleno de éxitos

La planificación y el refuerzo positivo pueden facilitar la transición a la escuela después del verano. Ten en cuenta que tu hijo puede tardar un tiempo en adaptarse por completo a la nueva rutina, así que sé paciente y ofrécele apoyo en este cambio.

Usted y su hijo son un equipo. Trabajando juntos, podréis crear una transición de vuelta al cole factible.

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